Los ladridos de perros en comunidades de vecinos en Oviedo en raras ocasiones ocasionan disputas y controversias entre usuarios, pero pueden causar molestias en determinados momentos. En Oviedo, Asturias y en cualquier otro punto del país. El caso es que se debe garantizar (los propietarios y dueños de los animales en cuestión) el respeto a las normas de convivencia y descanso. Pero no siempre es así.
Conocer las normativas municipales, además de los propios estatutos de la comunidad, es un primer paso para evitar conflictos y, si se producen, saber cómo hay que actuar para solucionarlos.
Ladridos de perros, malos olores generales, gatos que invaden otras propiedades de vecinos… La tenencia de animales (en España hay 30 millones de mascotas según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos de Compañía – ANFAAC) en las comunidades de propietarios es absoluta y es lógico que pueda haber desavenencias entre inquilinos. Muy pocas de ellas van más allá, pero si no se resuelven internamente (mediación), existen vías judiciales para hacerlo.
Probablemente los ladridos de perro en comunidades de vecinos sean las desavenencias más comunes de todas. En Abogados Comunidades ya hemos lidiado con varias discrepancias que sí que han llegado a mayores y que hemos tenido que intervenir hasta las últimas consecuencias legales.
Normativa sobre ladridos de perros en comunidades de vecinos en España
Como tal, no hay una normativa específica para regular los ladridos de perros en comunidades de vecinos. Se rige por los decibelios permitidos que garanticen el descanso mínimo de las personas en sus hogares. Si hay muchos ladridos, habrá que analizar también en qué estado está el animal, lo cual podemos hacerlo contactando con alguna protectora de animales, quienes lo podrán revisar.
Ley Animal recientemente aprobada en España
Pero, ¿Y qué dice la nueva Ley Animal al respecto 🤔? El escrito supone un avance de calado en la regulación de la tenencia de mascotas y la convivencia en comunidades de vecinos. Esta ley establece derechos y deberes tanto para los propietarios de mascotas como para los vecinos afectados por los ladridos excesivos de perros en entornos compartidos.
Como acabamos de detallar, nada específico sobre los ladridos de perros en comunidades de vecinos en Oviedo o en cualquier otra ciudad de nuestra geografía. Lo que sí establece la norma es un periodo máximo sin supervisión de los animales. Es decir, ningún perro puede estar más de 24 horas sin supervisión (3 días en caso de los gatos). En muchos casos, ladridos de perros pueden significar abandono o un negligente cuidado de los animales. A veces, ojo, no siempre lógicamente. Por eso comentamos que las protectoras de animales ayudan a velar por un correcto trato a los animales y a denunciar situaciones en contra de la ley.
Normativas municipales relacionadas con los ladridos de perros
Además de la Ley Animal a nivel nacional, debemos ser conscientes de que existen normativas municipales (y los propios estatutos comunitarios) que regulan los horarios de descanso y los límites de ruido permitidos en Oviedo y en cualquier otra localidad. Pueden variar de una ciudad a otra, por lo que nos conviene conocer las disposiciones específicas de nuestro municipio en relación a los ladridos de perros en comunidades de vecinos.
Estas normativas tratan de establecer los horarios en los que se considera periodo de descanso, durante el cual se deben evitar los ruidos molestos, incluyendo los ladridos de los perros.
Ordenanza municipal de Oviedo
En el capítulo VI de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo se hace referencia al cuidado de los animales de compañía en espacios públicos, no en viviendas o entornos privados. No especifica nada de los ladridos de los perros y sí de sus necesidades fisiológicas, por ejemplo.
En lo que respecta a la ordenanza municipal sobre protección del entorno contra la emisión de ruidos y vibraciones, el artículo 223 del título V sí que estipula que “La tenencia de animales domésticos obliga a la adopción de las precauciones necesarias para evitar molestias al vecindario”. Sin mencionarlo expresamente, pero el ladrido de los perros en comunidades de vecinos sería una de esas principales molestias a las que se refiere la normativa.
Vías para solucionar un conflicto vecinal por ladridos de perros
Ante la presencia de ladridos de perros en comunidades de vecinos, ya hemos comentado que las protectoras de animales pueden interceder para determinar si estamos o no ante una situación de abandono o maltrato animal, lo que luego nos servirá al acudir al Ayuntamiento, aunque no son ni mucho menos definitivas a nivel resolución judicial.
Analizamos las vías para lidiar con los ladridos de perros en las comunidades de vecinos en aras de encontrar una solución efectiva.
Comunicación con los propietarios del perro
La comunicación directa y amistosa con los propietarios del perro debe ser el primer paso para abordar el problema de los ladridos excesivos. Expresarle/s la preocupación de manera respetuosa y buscar una solución conjunta que beneficie a todas las partes involucradas.
Reporte a la administración de la comunidad
A la par de entablar un diálogo amistoso con el propietario del perro o perros, hay que comunicar la disyuntiva a la administración de fincas y al presidente o presidenta de la comunidad. Informarles sobre la situación para tratar el asunto en la próxima junta de propietarios, es decir, a través de los órganos de decisión de la finca. Es la manera correcta de actuar para tratar de solucionar los ladridos de perros en las comunidades de vecinos.
Medidas legales disponibles
En caso de que las anteriores vías no hayan surtido efecto, se pueden tomar medidas legales para resolver el conflicto por ladridos de perros en comunidades de vecinos.
Instar a la mediación con el Ayuntamiento
La mediación a través del Ayuntamiento sería la vía a la que agarrarse inmediatamente. Una vía de peso para buscar el acuerdo entre las partes implicadas por medio de una solución consensuada. Se busca evitar llegar a instancias judiciales.
Llamar a la policía local
En situaciones extremas donde los ladridos continúan perturbando la convivencia, se puede considerar llamar a la policía local para que intervenga y constate la situación mediante un levantamiento de acta. La presencia policial puede ayudar a visibilizar el problema y tomar medidas inmediatas.
Interposición de una demanda judicial
En último término, si todas las vías anteriores fracasan, se quedaría la interposición de una demanda judicial. Esta medida implica iniciar un proceso legal formal para resolver el conflicto y hacer valer los derechos de los vecinos afectados por los ladridos excesivos de perros.
El consejo del letrado especialista en Propiedad Horizontal, Jesús Martínez Junceda, “no debería llegarse a instancias judiciales en contextos de problemas con los ladridos de perros en comunidades de vecinos. Remitirse a las ordenanzas municipales y a la mediación entre las partes implicadas y los órganos administrativos de la comunidad”.
Comportamientos que pueden derivar ladridos de perros continuados y molestos en la comunidad
¿Por qué un perro o perros pueden estar ladrando de manera molesta y continuada en una comunidad 🤔? El contexto más común es, sin duda, dejarlos encerrados en el hogar, o incluso en espacios más pequeños como terrazas o patios, durante horas. El animal, sin la posibilidad de realizar sus necesidades y sin los cuidados mínimos de sus dueños, responde ladrando con insistencia. Encerrados en el hogar generalmente es porque se les abandona durante muchas horas en la vivienda. Si los dueños están en el hogar, no suele haber este problema.
Otras posibilidades apenas las apreciamos en el despacho en los casos relacionados con ladridos de perros en comunidades de vecinos:
- Maltrato doméstico del animal
- Problemas de salud
- Comportamiento territorial por la presencia de otro animal
- Estado de alerta permanente
Decibelios permitidos en una vivienda
En España, las normativas sobre ruido en las comunidades de vecinos establecen límites de decibelios para garantizar la convivencia pacífica entre los vecinos. Estas normativas especifican los niveles de ruido permitidos en diferentes horarios, con restricciones más estrictas durante las horas de descanso.
Generalmente:
- Durante el día (de 8:00 a 22:00 horas): 35 decibelios medidos en el interior de las viviendas.
- Durante la noche (de 22:00 a 8:00 horas): 30 decibelios medidos en el interior de las viviendas.
Conclusiones
Todo propietario de vivienda ha de respetar los límites de decibelios establecidos por las normativas municipales y las normas de la comunidad. Si hay exceso de ladridos de perros en las comunidades de vecinos, especialmente durante la noche, y se exceden los niveles de ruido permitidos, los órganos administrativos de la comunidad deberán actuar para solucionar el conflicto.
En Abogados Comunidades os ayudamos en la gestión y administración de las fincas, ayudando a resolver conflictos entre vecinos de esta índole y de otras muchas.
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